- Y cómo se le ocurrió ir de viaje a Qatar? En aquel momento todavía no se hablaba casi nada de este pequeño país, ni por el mundial de fútbol ni por la camiseta del Barça
- Él en realidad quería ir a Dubai, pero se ve que no había conexión directa de vuelos y tiene mucha manía en hacer los viajes sin escalas, por lo visto Qatar le convenía tanto por precio como por duración del vuelo.
- Por qué quería ir a estos países de nuevos ricos sin historia?
- Pues porque siempre le atraen los países del mundo islámico por religión, por cultura, por sexualidad, por belleza, por todo, en fin. Siempre viaja solo, se apaña mejor, sus escarceos con camareros, jardineros o empleados de los hoteles que ha visitado en estos países, siempre ha sido el gran reclamo para emprender un nuevo viaje, lleno de promesas, como seguramente lo sería éste, al lejano Qatar
- No creo que a mi me gustase.
- Cada persona tiene sus predilecciones al hacer un viaje, para mi hay tres elementos casi imprescindibles cultura, espectáculos y sexo, si un viaje tiene estos tres requisitos se puede considerar un éxito, si le falla alguno, pierde excelencia. Para mi socio los tres elementos imprescindibles son: exotismo, sexo y bordear el peligro en conseguir los dos primeros enunciados. Islam siempre le da resultado porque los tres elementos se encuentran en abundancia.
- Sigue no cortes
- Cuando estás en un país islámico, y yo tengo amplia experiencia, tienes el convencimiento que puedes efectuar sexo con cualquier cosa que se mueva y que lleve pantalones, pero a la vez has de tener muy en cuenta que este sexo será muy limitado por la parte contraria, con docenas de tabúes que no pueden doblegar y a la vez, siempre se tiene la sensación de que tu, el europeo, estas haciendo algo prohibido y pecaminoso, pero ellos los islámicos aun participando activamente en el acto sexual, esta sensación de pecado no la tienen ni la tendrán nunca, sus limitaciones y tabúes los protegen de este sentimiento. Mi socio adora este tira y afloja, tremendamente sexual y masculino, se trata de algo muy serio y experimentarlo te convierte en una persona distinta. Si solo te atrae este juego, como a él, estas condenado de por vida, pues el amor a la europea te aburre mortalmente
- Y esto es justo lo que le pasa a tu socio?
- Exacto. Su pasión es viajar por estos lejanos mundos del Islam, apenas habla inglés, pero como ellos, los otros, son tan listos, se hacen entender y de inmediato entiendes cuales son sus preferencias, sus gustos y sus exigencias. Luís Maria, mi socio solo viaja a estos lugares y esta vez se fue a Qatar para ver que pasaba.
- Tuvo suerte en la experiencia?
- Rareza absoluta es lo que te puede pasar cuando viajas por estos mundos fuera del los circuitos turísticos adocenados. Una vez tuvo el billete de avión resuelto reservó un hotel de cuatro estrellas, moderno, enorme como todo allí y lujoso. La ciudad y el país entero dijo que se veis en pocas horas pero… al segundo día de estancia en el hotel ingresaron en el mismo un equipo de boxeo de Irán que venia a participar en unos juegos deportivos, un festival en homenaje al deporte de ambos países, del equipo de boxeo Luís Maria detecto al instante dos o tres jóvenes atletas que destacaban por su belleza y su movilidad imparable. Por la tarde a la hora de la siesta, este cogió su novela de 400 páginas y una tumbona lo suficiente cercana a las que ocupaban los muchachos boxeadores del equipo iraní. Al cabo de un rato Luís Maria se dio cuenta que llevaba veinte minutos sin pasar hoja del libro cuando un tremendo chapoteo en la piscina le envió una brazada de agua a la cara dejando el libro totalmente mojado así como su Lacoste de imitación. Al momento oyó un – Sorry Sir! - , que venia de la piscina y vio los bellísimos ojos del mas bonito de los boxeadores, que le sonreía con un mohín coqueto como pidiendo perdón, pero solo a medias. La procedencia de estos atletas la había conocido gracias a la información de un empleado de recepción muy eficiente de nacionalidad española y de origen malagueño. Le contó que venían para estar seis días y dedicarse a entrenarse y competir durante los juegos con los equipos de Qatar y de Siria, juegos sin ninguna trascendencia y solo de buena voluntad entre países. Luís Maria tenia distracción en el hotel para todas sus vacaciones.
- Al socio ya lo tenemos bien mojado por fuera y por dentro. Yo también, mis partes bajas, casi…
- Pues sécate porque me voy a comer el rosco, que los Reyes Magos están llegando a la ciudad
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